Patrocinio se acercó a Experientia para seguir cultivando su pasión por la Terapia en la Naturaleza, la Terapia a través de la Aventura y la comprensión de la psique humana. Lleva años en conexión con la naturaleza indómita del Ripollès y la Alta Garrotxa, cultivando la tierra, trabajando y cuidando sus bosques.
Dado su interés y entusiasmo por la metodología, se ha mantenido siempre cerca y atenta a las distintas oportunidades de aprendizaje y formación que surgen a través de las redes europeas de las que formamos parte y canalizamos a nuestro bosque de colaboradores y profesionales cercanos.
En este contexto, la invitamos a participar en el programa “Re-Source” en las montañas de Rumania, facilitado por “Actions For Change” e impulsado por la red europea ErasmusPlus. En su retorno escribió el siguiente inspirado texto que compartimos con vosotros en nuestra sección “Bitácora” donde colaboradores, profesionales cercanos y parte del equipo compartirán sus aventuras, experiencias, aprendizajes, viajes y mucho más.

El programa “Re-Source, cultivating inner resources for a soulcentric life” ha sido creado por la entidad sin ánimo de lucro Actions for Change y subvencionado por la Unión Europea. El objetivo de la entidad es ayudar a las personas a descubrir y seguir su auténtico propósito de vida a través del desarrollo humano. La entidad promueve valores tales como naturaleza, sostenibilidad, autenticidad, igualdad, amor, armonía, aventura y coraje y los comparte a través del aprendizaje experiencial, la educación no formal, la educación holística y el desarrollo eco-céntrico centrado en el alma del ser humano.
El training course “Re-source” reunió a 24 participantes de 9 países de la Unión Europea (Rumanía, Italia, España, Holanda, Polonia, Reino Unido, Bulgaria, Irlanda y Suecia) con una mirada humanista e integradora de las ciencias sociales y dispuestos a explorar y desarrollarse a sí mismos para después inspirar ingeniosamente a sus comunidades. Educadores sociales, psicólogos, profesores de arte, poetas y otros mentores del desarrollo humano, compartimos durante 7 días de aventura el Misterio de las montañas Apuseni en Rumanía y éstas, con toda su grandeza, nos permitieron tocar algún lugar íntimo y sutil de cada uno de los participantes.

Sandra Horea y Bodgan Romanica, facilitadores de la formación, nos invitaron a un contacto, tanto teórico como vivencial, del trabajo que ofrece Bill Plotkin en el programa Wild Mind en el Instituto Animas Valey de EE.UU. Sandra y Bodgan se han formado en este programa, en el corazón de las montañas de Colorado y han bebido del agua de sus ríos, experimentando en primera persona los regalos de una tierra salvaje y pura. Así siento que nos transmitieron sus comprensiones, como el flujo de la fuente de la que nace el río. El mapa de la Psique Humana basado en la Naturaleza que nos ofrecieron está basado en el símbolo de la Rosa de los Vientos, que tantas tradiciones ancestrales han traído hasta nuestros días y que sirve de guía al viajero de Tierra y Mar, así como también a aquél que lo usa de brújula en la aventura de hallar el propio Ser en el centro del mapa.
A partir de este símbolo ancestral, el viajero transita por las distintas direcciones hacia su propia integridad como ser humano. Nuestras mentes salvajes, como describe Bill Plotkin, poseen recursos asombrosos, potenciales sin explotar y profundidades que tal vez ni siquiera sepamos de su existencia. Sandra y Bodgan nos guiaron a descubrir cómo acceder a ellos, cómo cultivar sus poderes y, finalmente, cómo integrarlos en nuestra vida cotidiana. Tuvimos la oportunidad de indagar en las cuatro dimensiones de nuestra totalidad humana innata en un viaje ascendente hacia el Espíritu. Estos potenciales innatos, que Bill Plotkin llama las cuatro facetas del Ser, se relacionan en su trabajo con los cuatro puntos cardinales.
Para completar el Mapa de la Psique Humana, indagamos también en los cuatro conjuntos de subpersonalidades fragmentadas o heridas que se forman durante la tierna infancia. Así, en un viaje descendente hacia el Alma, seguimos el rastro de nuestra propia sombra para tener contacto con estos cuatro conjuntos de subpersonalidades o heridas, reconocerlas y darles un lugar compasivo y amoroso en nuestra consciencia.
Gracias a la escucha y el cultivo de las cuatro facetas de Ser, conseguimos descubrir y sacar a la luz los dones de las partes heridas olvidadas y visionar el modo de compartir el propio potencial con nuestras familias y comunidades. De esta manera, hemos regresado a nuestros hogares con un Ego más equilibrado y nutrido y con la certeza de que podemos acceder a nuestras partes más elevadas gracias a sus cualidades infinitas. Y de igual manera, descender a los lugares que nos asustan, a aquellos paisajes menos atendidos en los que habitan nuestras emociones, nuestros impulsos, intuiciones y anhelos más profundos.
El programa nos ha acompañado a descubrir cómo acceder a los asombrosos recursos que se encuentran en nuestro interior. Aquellos que se encuentran silenciados en lo más profundo de cada uno de nosotros y que nos acompañan desde la concepción de nuestra vida aquí en la Madre Tierra. Los recursos internos para una vida basada en el Alma, han emergido gracias a la combinación de la comprensión intelectual del Mapa de la Psique Humana con una variedad de prácticas de expresión creativa, ejercicios en solitario mientras escuchamos la voz de la Tierra, trabajos en grupo, sesiones de desbloqueo y movimiento, diálogos con la propia voz interna y trabajo de imágenes profundas a través del arte y la poesía. La formación nos ha ofrecido un espacio abierto para cultivarlos y traerlos de regreso al propio hogar. Hemos sido testigos de la llama interna dadora de vida y la hemos traído encendida para compartirla con nuestras familias, proyectos y comunidades.
A nivel personal, esta aventura, la naturaleza salvaje de los bosques y ríos de Rumanía me permitió escuchar el silencio que hay más allá de las palabras. El silencio que todo lo contiene. Romper el silencio con la palabra en el círculo sagrado fue un honor y un privilegio. Atender al silencio y unirme a él, escuchando el susurro del bosque en el instante presente, me permitió expresar con dicha mis anhelos íntimos y conectar con la esperanza de ofrecer lo mejor de mí a la comunidad de la que formo parte.